Verde y Gourmet / Real Food
Todas las recetas que ven en este blog, son REALES. Esto quiere decir que son las recetas que hago en realidad en casa, para toda la familia. Pueden entrar en cuenta de esto por los bordes medios quemados de estos galletones de almendras y chocolate …
Tener una idea de receta de sopa caliente, con algo de ingredientes simples y de esos que todos tenemos en casa con otro poco de ingredientes nuevos, y que tal vez, esta bueno incorporar, para aportar algo mas de gracia y nuevas sensaciones, es muy …
Si hay un sabor que me recuerda a mi infancia, es el de un pesto hecho a la usanza italiana. Al parecer aquí en Chile algunos lo hacen con piñones, pero el verdadero pesto italiano se hace con nueces.
El sabor de la albaca, las nueces, el ajo y el oliva es increible. Quien inventó el pesto, no se si sabía que estaba logrando una alquimia única e incomparable.
Este dip es demasiado versatil. Puedes comerlo con pan, con pastas, en ensaladas, en guisos, con legumbres o arroz.
¿Pero porque le puse “power” pesto? Porque en lugar de usar queso parmesano como en la receta original de mi abuela, usé levadura nutricional con sabor a queso. Esta levadura viene en formato de hojuelas y llena de vitaminas del compejo B, incluida la vitamina B12.
El pesto a la italiana, se hace en minutos y es extremadamente sabroso. Con el podrás arreglar cualquier guiso, pasta o ensalada y darle la gracia que buscabas. Tiene un ingrediente especial que reemplaza el queso parmesano, lo que hace a este pesto vegano, un pesto poderoso.
Me encantó comerme unos tallarines hechos en base a garbanzos con el pesto recién hecho y por eso les dejo esta foto para que se les haga agua la boca y vayan corriendo a comprar albahaca.
¡Estas galletas son ma-ra-vi-llo-sas! Descubrí que el tahini no solo es rico crudo, sobre frutas, con miel o pan sino que está buenísimo para hornear galletas o queques. Le da un sabor, un “nosequé”, algo especial y con una consistencia entre crocante y cremosa. Para …
Durante el 2017 pasé por una serie de problemas, que me causaban stress y por ello, a pesar de comer sano, mi sistema digestivo y en general, no reaccionaban. Parecía como que todo mi cuerpo y mente estaban aletargados y a su vez yo misma …
Necesitaba crear algun snack fácil de hacer, nutritivo y fácil de comer para que Ian pueda llevar colación saludable a su colegio. Cada tanto sucumbo a las típicas galletas quacker intercaladas con bastones de zanahoria o fruta así que ahora quiero probar de cambiarlas definitivamente por estas barras energéticas “plant power”.
Le puse de nombre “plant power” porque siento que así es. Comer un pedacito de estas barras hacen que uno adquiera todo el poder de las plantas o de los frutos de algunos árboles como lo son los almendros y que ya estarán de temporada. Además me pedí en @nutrafeliz mango y aloe vera deshidratados y también los incluí en este snack.
En mi caso este snack es ideal para acompañar con un mate al desayuno o para llevar en la cartera si es que no alcanzo a almorzar o me agarra desprevenida la tarde. He notado que al comer una barrita de estas una queda con mas sensación de saciedad que si comiera cualquier otro snack. Una barrita es perfecta definitivamente como colación tanto para adultos como para niños porque además ¡son muy dulces!
Yo le puse los frutos secos favoritos de Ian que son almendras y pistachos pero ustedes pueden usar los que mas les gusten.
Estas barras crudiveganas y sin gluten, son aptas para todo público y tienen todo el plant power!! Son dulces, pero sin azúcar, muy llenadoras y lo mejor es que se hace todo en un bowl.
En una sartén y a temperatura media, mezcla el aceite de coco con los dátiles o la pasta de dátiles, hasta que quede una pasta cremosa. Apaga el fuego y agrega la mantequilla de almendras y la vainilla. Luego agrega el resto de los ingredientes y mezcla todo en un bowl. Deja algunas almendras enteras aparte.
En un molde 9x9 cm de diámetro (aprox.) pon la mezcla y presiona con una espátula. Pon las almendras que guardaste por encima presionando con la espátula.
Deja enfriar en el refrigerador por al menos una hora antes de cortarlas con un cuchillo afilado en forma de rectángulos.
Guarda en e refrigerador por 2-3 meses y a temperatura ambiente por un mes. Procura dejar en reposo a temperatura ambiente unos minutos antes de comer para que se ablanden si es que las tenías guardadas en el freezer.